Puedes sentirte un poco incómodo los primeros días tras la inserción del globo. Algunos pacientes pueden sentir náuseas con la ingesta de alimentos. Puede haber episodios ocasionales de vómitos. Después de la primera semana, estas molestias desaparecen. En la primera semana, se suprime la sensación de hambre. En la segunda semana, la sensación de hambre vuelve gradualmente, pero se siente saciedad con menos comida. Entre 3 y 6 semanas, tu estómago se adaptará completamente al globo y podrás consumir más alimentos. En este proceso, debes intentar corregir tus hábitos alimentarios. No debes comer deprisa, debes dejar de comer cuando tengas sensación de saciedad. Durante este periodo, si experimentas síntomas como náuseas e hipo después de las comidas, esto indica que has comido demasiado o demasiado deprisa. Los cambios en el estilo de vida (ejercicio y hábitos alimentarios adecuados) son muy importantes para que sigas perdiendo peso en las semanas siguientes.