La resistencia a la insulina es una enfermedad en la que las células del organismo responden menos a la hormona insulina, que regula los niveles de azúcar en sangre. Como consecuencia, el páncreas produce más insulina para ayudar a la glucosa a entrar en las células, lo que conduce a niveles de insulina en sangre superiores a los normales. Con el tiempo, esto puede provocar niveles elevados de azúcar en sangre y un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. He aquí algunos síntomas y signos comunes asociados a la resistencia a la insulina:
1. Aumento del hambre y los antojos
- Hambre persistente: A pesar de comer con regularidad, las personas con resistencia a la insulina pueden sentir hambre con más frecuencia. Esto se debe a que las células del organismo no absorben eficazmente la glucosa, lo que provoca antojos de hidratos de carbono y alimentos azucarados.
2. Fatiga
- Cansancio crónico: La resistencia a la insulina puede causar fatiga constante y bajos niveles de energía, incluso después de dormir lo suficiente. Esto ocurre porque las células del organismo no reciben la glucosa que necesitan para obtener energía.
3. Aumento de peso y dificultad para adelgazar
- Obesidad central: La resistencia a la insulina suele ir asociada a un aumento de peso, sobre todo alrededor del abdomen. Esto se conoce como grasa visceral, y puede aumentar el riesgo de síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular.
- Dificultad para perder peso: Las personas con resistencia a la insulina pueden tener dificultades para perder peso, incluso con dieta y ejercicio.
4. Cambios en la piel
- Acantosis nigricans: Es una afección cutánea frecuente asociada a la resistencia a la insulina. Aparece en forma de manchas cutáneas oscuras y aterciopeladas, normalmente en zonas donde la piel se pliega, como el cuello, las axilas, la ingle y debajo de los senos.
- Papilomas cutáneos: También pueden desarrollarse pequeños crecimientos benignos en la piel, conocidos como papilomas cutáneos, sobre todo en las zonas donde la piel se roza.
5. Niveles elevados de azúcar en sangre
- Prediabetes: Los niveles elevados de azúcar en sangre por encima de lo normal, pero no lo bastante como para clasificarlos como diabetes, pueden ser un signo precoz de resistencia a la insulina. Esta afección se conoce como prediabetes.
- Sed y micción frecuentes: A medida que aumentan los niveles de azúcar en sangre, el cuerpo puede intentar deshacerse del exceso de azúcar mediante un aumento de la micción, lo que provoca una sed más frecuente.
6. Hipertensión arterial
- Hipertensión: La resistencia a la insulina suele estar relacionada con la hipertensión. La relación exacta no se conoce del todo, pero puede implicar los efectos de la insulina sobre la retención de sodio y la función de los vasos sanguíneos.
7. Niveles elevados de lípidos en sangre
- Dislipidemia: La resistencia a la insulina puede provocar niveles anormales de lípidos, como triglicéridos altos y niveles bajos de colesterol HDL (“bueno”). Esto aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
8. Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
- En las mujeres: La resistencia a la insulina suele asociarse al SOP, un trastorno hormonal que afecta a las mujeres en edad reproductiva. Los síntomas del SOP incluyen ciclos menstruales irregulares, infertilidad y crecimiento excesivo de vello (hirsutismo).
9. Niebla cerebral
- Problemas cognitivos: Algunas personas con resistencia a la insulina pueden experimentar dificultades de concentración, problemas de memoria o “niebla cerebral”, debido potencialmente a las fluctuaciones de los niveles de azúcar en sangre que afectan a la función cerebral.
10. Problemas de sueño
- Apnea obstructiva del sueño (AOS): La resistencia a la insulina se asocia a un mayor riesgo de apnea del sueño, una afección en la que la respiración se detiene e inicia durante el sueño, lo que provoca una mala calidad del sueño y fatiga diurna.
11. Síntomas del síndrome metabólico
- Grupo de afecciones: La resistencia a la insulina es un componente clave del síndrome metabólico, un conjunto de afecciones que incluyen hipertensión arterial, hiperglucemia, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol. Padecer síndrome metabólico aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, ictus y diabetes de tipo 2.
Cuándo buscar atención médica
Si experimentas alguno de estos síntomas o tienes factores de riesgo de resistencia a la insulina (como obesidad, un estilo de vida sedentario, antecedentes familiares de diabetes o antecedentes de diabetes gestacional), es importante que consultes con un profesional sanitario. La detección y el tratamiento precoces de la resistencia a la insulina pueden ayudar a prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2 y reducir el riesgo de complicaciones.
Conclusión
La resistencia a la insulina puede manifestarse a través de diversos síntomas, como aumento del hambre, fatiga, aumento de peso, cambios en la piel, hipertensión arterial y otros. Si sospechas que tienes resistencia a la insulina, es esencial que acudas al médico para obtener un diagnóstico adecuado y desarrollar un plan para controlar la enfermedad mediante cambios en el estilo de vida, dieta, ejercicio y, posiblemente, medicación.